domingo, 15 de noviembre de 2009

ESPACIO








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ARANTZA

Aunque aún se encontraba aturdido, tuvo que reconocer que el viaje resultó menos duro de lo que cabía esperar. Los recuerdos de la primera vez que subió a una nave interestelar, a los 10 años, no eran nada amables. Pero le pareció evidente que desde entonces se habían aplicado importantes avances.
Cuando Jim Stevenson le comunicó que debía partir inmediatamente en la expedición "Slivus", dirigida al asteroide Atlon en la galaxia de Andrómeda -por orden directa del Gobierno Central-, sintió tal arcada que fue incapaz de prestar atención al rumiar de palabras que emitía el agente. El agente que venía a robarle de su mundo.
Solo cuando se marchó, pudo reaccionar en un interrogante:
- ¿Por qué yo? Tan sólo soy un historiador. Y más aún ¡Un historiador de "La antigua era"! ¿Qué puede necesitar de mí ningún gobierno? ¡Y nada menos que el Central!
Leyó el dosier que le había dejado Jim. Volvió a leerlo. Y cuatro veces más. No logró encontrar ni el más mínimo atisbo que respondiera a su inquietud. Sabía que aunque quisiera oponerse no serviría de nada. Ese tipo de órdenes son imposibles de eludir.
Tras maldecir jerarquías, protocolos y decisiones, se rindió a la indeseable realidad.

Habían pasado ya catorce meses. Catorce meses que le parecieron catorce años...catorce vidas. Pero su preocupación ahora era como iba a contar lo que habían encontrado en ese infravalorado asteroide. Cómo podría explicar al comité su deducción basada en una certeza sin pruebas. Le pedirían informes tangibles y no los tenía. Sólo poseía una contundente corazonada. Pero era vital convencerlos. Tendría que poner a trabajar su portentoso cerebro, más que nunca.

LUIS

Las tediosas comunicaciones entre servicio de inteligencia del Gobierno Central con aquella lejana galaxia, le llevaron a la conclusión de que no era Atlon el asteroide objetivo de la misión, sino Atlon II. Allí no había ni rastro de titanio -mineral extinguido y necesario en la tierra y que en los ya marginales mercados de cotización alcanzaba valores extraordinarios- como para hacer viable invertir ingentes cantidades de fondos gubernamentales, en negro, en un proyecto que debería estar dirigido "in situ" por el perfil de alguien responsable y eficaz como era él, Paul Hernández, según los datos del Gobierno Central.
Doce meses perdidos en las extrañas características físicas y gravitatorias de aquel gran meteorito que prácticamente anulaba la operativa de la legión de robots mineros, más otros dos meses en la sala de Hibernación de la nave en trayectoria, donde le fueron transmitidos los objetivos del viaje, mermaban la paciencia de la escasa tripulación. La escultural figura de la vicealmirante Helena Stevenson, hija del agente Jim, era lo único que impedía a Paul entrar en estado de profunda depresión.
Los sistemas inteligentes de la nave habían determinado que sería necesario esperar un mes más para que las trayectorias de los dos asteroides se aproximaran y poder colocarse en la superficie de Atlon II en escasas horas y así poder comenzar una labor que estibaría a las bodegas de la kilométrica nave, una cifra de nueve millones y medio de toneladas de titanio, lo que haría más que rentable el periplo. Para el mes que restaba de espera se confeccionó un plan para extraer varios cientos de toneladas de Iridio que afloraban en superficie.
En el sistema de comunicaciones de la nave se escuchó la voz de Paul:
- Por favor Helena, acércate a la sala de reuniones.

S*OL PEREDA
Helena exhalaba esa frescura al caminar que mantenía todas las miradas de los tripulantes en vilo.
Hacia su destino, también pensaba que tenía que hablar seriamente con el historiador. Todo este tiempo había estado relegada a un segundo plano por orden de su padre, pero sabía que la aventura estaba tocando a su fin.
Había gran cantidad de detalles en ese viaje –que ya los mantenía 14 meses alejados de sus hogares- que no cuadraban ni para un estudiante de bachillerato: El Iridio y el Titanio eran metales que pertenecían a distintos grupos, y que por su valor no se podían encontrar juntos… y eso por no hablar de que en ningún momento de su viaje habían notado una ingravidez propia de la distancia con el planeta Tierra.
Un mes de viaje sería tiempo suficiente como para notar acusadamente los efectos gravitatorios sobre todo lo que les rodeaba.
Helena llegó al despacho donde se había citado con Paul; tocó a la puerta y sin esperar a que éste respondiera con un ¡Adelante!, la abrió y se adentró en la habitación.
-Helena, tenemos que hablar –dijo Paul en un tono preocupado.
-Sí, yo también quiero hacerlo –respondió ella con voz firme.
Helena comenzó argumentando acerca de cómo el Iridio llegó al planeta Tierra, supuestamente por la “eclosión” de un meteorito sobre nuestro planeta; esto, sumado a la falta de ingravidez a la que estaban sometidos la hacía sospechar de que el viaje estaba manipulado y que no se encontraban sobre la superficie de ningún Asteroide, y menos aún de Atlón.
Paul, quien venía especulando algo similar, pero que debido a su escasa formación en química no había sido capaz de concluir una hipótesis certera, se vio de repente como si estuviera en posesión de la piedra filosofal y le dijo a Helena:
-Helena, he pasado años investigando acerca de la construcción de monumentos megalíticos: los materiales utilizados y las personas necesarias para llevarlas a cabo coinciden en número y forma con el equipo que llevamos acumulando desde hace 14 meses. Mientras nosotros permanecíamos en la nave, las “bodegas” kilométricas han estado yendo y viniendo alegando una recogida de metales preciosos. Estoy seguro de que el Gobierno Central quiere construir aquí una gran cúpula protegida para los altos cargos del País.
Helena, que no dejaba de mirarle tan admirada por sus deducciones como contrariada por el presunto fraude en el que la había involucrado su padre, le dijo:
-Tenemos que hacer algo, Paul. No estoy dispuesta a ser cómplice en una operación en la que puede que no sólo el país, sino también el planeta se encuentre en peligro.
Paul cogió el teléfono, marcó la numeración directa y cuando escuchó que el primer tono le pasó el auricular a su compañera.
Ambos se miraron con complicidad. Helena pulsó el manos libres para que Paul escuchara la conversación y a la voz de “Al habla Jim Stevenson” Helena respondió:
-Hola papa. Abortamos la expedición. Te quiero.

13 comentarios:

Yadira Castillo dijo...

Eta muy chulo ese articulo.

dpgarcia77 dijo...

Hola, tenemos un proyecto www.andocontando.blogspot.com haber si nos enlazamos...¿te animas?

MJFortuna dijo...

Oi amigo!
Estou muito feliz com sua presença em Artes e artes! Tenho acompanhado seu blog que está muito bom!
Um abraço
Maria J Fortuna

Liliana Lucki dijo...

Muy pro muy bueno.

Saludo desde MDQ

Unknown dijo...

"A cada dia de nossa vida, aprendemos com nossos erros ou nossas vitórias, o importante é saber que todos os dias vivemos algo novo. Que o novo ano que se inicia, possamos viver intensamente cada momento com muita paz e esperança, pois a vida é uma dádiva e cada instante é uma benção de Deus."
" Muita realização, muita paz, alegria, felicidade, saúde, força"
Para você e sua familia
Que realmente em 2010, possa realizar os seus sonhos e desejos...

São os votos do Blog do Sergio Christino,

JAIRCLOPES dijo...

Visite o blog: wwww.seteramos.blogspot.com Lá você encontra um ótimo texto em homenagem a Grabriela Mistral, vale a pena ler.

Anónimo dijo...

Vaya.... Me voy fascinada de aquí... Volveré mañana.

Besos

Balaphoto dijo...

Gran artículo y blog!!!

http://balapertotarreu.blogspot.com

Frank

Patricia 333 dijo...

Muy bueno me encanto :)

luis ... dijo...

Hola, muchas gracias a todos por vuestros amables comentarios y aportaciones, os rogamos nos disculpeis por la tardanza en contestar, por falta de tiempo y dedicación, en breve publicaremos de nuevo.
Saludos muy cordiales

Sylvia dijo...

Ey! Qué suerte que llegué hasta aquí...:-)) Me gusta lo que escribes, pero tendré que volver con más tiempo para explorar otros relatos del geodésico.
Abrazos desde Argentina!

Unknown dijo...

Y yo que todo el tiempo pensé que era un plan del padre de Elena para unirla con Paul.

roryta dijo...

me gusta il tuo blog...